Cómo mejorar nuestra concentración

Seguro que han sido cientos las veces que has intentado concentrarte en algo y no lo has conseguido. Es desesperante que necesites concentrarte en alguna tarea concreta y que tu mente quede vagando en el limbo. Realmente esto puede ocasionarnos un nivel de estrés tan alto, que haga que nuestro rendimiento descienda hasta el nivel de tus zapatos.

Hay unas pautas que podemos seguir para ayudar a nuestra mente a que se concentre y podamos desarrollar nuestras tareas de forma eficiente.

El primer paso a dar sería “redecorar” nuestro entorno de trabajo, para que nos resulte acogedor, y estar lo más cómodos posible. Debemos tener el escritorio y la silla regulados a nuestra altura. Así nos sentiremos cómodos y no intentaremos poner como excusa lo incómodos que estamos todo el rato para irnos. Tampoco viene mal poner cosas a nuestro alrededor que nos calmen (alguna foto motivadora de la familia o un bosque o una playa, algunas plantas, una fuente de agua…).

Minimiza las distracciones todo lo posible. Es decir, desconectar de las redes sociales, el televisor, charlas en la radio, etc…

Si te relaja la música, utilízala. Puedes poner música Chill Out, Instrumental, Baladas, Sonidos de la naturaleza, etc… Aquello que por norma general haga que te relajes. Esto te ayudará también a reducir el ruido ajeno a tu lugar de trabajo.

Muy importante es tomarse descansos para airearnos. Ve a pasear 10 minutos, o aprovecha y llama a ese/a amigo/a que te motiva (no vale estar 1 hora hablando en plan cotorra), puedes también hacer alguna tarea de la casa (como pasar la aspiradora o fregar los platos) si es que no estás en la oficina.

No nos olvidemos de hidratarnos. Normalmente no le damos importancia a esto pero la tiene y mucho. El no beber suficiente agua nos hace sentirnos cansados, ralentizar nuestra mente e incluso estar más irritables. Nuestro cerebro necesita de una continua hidratación para ejercer sus funciones de manera hábil y correcta y, por supuesto, para ayudarla a concentrarse.

Es muy importante que nos metamos en la cabeza, y hay muchos estudios que lo avalan, que a nuestro cerebro se le da mal la multitarea. No está diseñado para tal efecto.

Normalmente se suele bromear con este tema cuando una mujer le dice a un hombre que ellas pueden hacer varias cosas al mismo tiempo y ellos no. También existe justo lo contrario. Pero la realidad es que no es cierto en ninguno de los casos. Si realizas más de una cosa a la vez, verás que estás repartiendo el 100% de tú atención entre tantas cosas como estés realizando. Vale, retiremos de esta ecuación las cosas que realiza nuestro subconsciente de forma automática (caminar, hablar, respirar, oír, mover las manos, agarrar cosas…). Todo esto podemos hacerlo al mismo tiempo porque nuestro cerebro ya lo automatizó y no necesita de mucha energía para llevarlo a cabo.

También, para evitar saltos a la cocina y demás, sería bueno tener a nuestro lado algo que nos calme el apetito como una pieza de fruta, unas galletitas, frutos secos, zanahoria… El estómago vacío no nos deja pensar con claridad y nos hará distraernos. Cuando nos distraemos y queremos volver a la tarea que estábamos realizando, nuestro cerebro puede tardar unos 15 minutos hasta que logre enfocarse de nuevo.

Hoy en día, los expertos de la sanidad están observando demasiados casos de Síndrome de Atención Dispersa o TDA (TDAH si es con hiperactividad asociada). Tenemos demasiadas distracciones. Por todas partes nos están bombardeando con todo tipo de cosas que nos hacen “perder el norte”.

Para ayudar a no distraernos, es esencial estar enfocado en lo que estamos haciendo y, no ayuda estar pensando en los problemas que tenemos (las cuentas de la casa no cuadran, tengo que hacer la compra, tengo que castigar al niño por no ordenar su cuarto…). Si todo esto no para de aflorar en nuestra mente y no podemos solucionarlo en el momento, es mejor tomar unos minutos y escribirlo en un papel. Así nos ayudará de doble manera: no olvidaremos lo que tenemos pendiente y nos ayudará a retomar nuestra tarea concentrados.

Algo que nos ayudará también es saber priorizar las tareas. Es decir, hacer una lista de mayor a menor importancia de las cosas que debo hacer y, realizarlas en dicho orden. Como he dicho antes, si vamos saltando de una tarea a otra, no maximizaremos el tiempo ni nuestros recursos y no la terminaremos con mucha eficacia (y en muchos casos ni siquiera la terminaremos y quedará pendiente). Nosotros nos conocemos muy bien, y por eso sabemos cuándo estamos más activos. Es importante meter las tareas más pesadas o duras en estos lapsos de tiempo. Así nos aseguramos la energía en esos momentos de más carga.

Si las tareas que tenemos que realizar, las realizamos estando solos será mucho mejor para la concentración. En cambio, si tenemos compañeros al lado a los que les gusta la cháchara, nos ayudará el ponernos unos auriculares aunque, no tengamos nada puesto. Esto ayudará a que vea que no le vamos a oír y le costará más venir a interrumpirnos.

Y por último, sería bueno que te marcaras recompensas por finalización de tarea. Por ejemplo, si termino la declaración de impuestos, me voy a por un café. O, si corrijo tantos exámenes, me doy una ducha (este no es muy buen ejemplo porque sabes que al final, te la vas a dar sí o sí).

¡Nos leemos!

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