«Cada ser humano tiene, dentro de sí, algo mucho más importante que él mismo: su don». (Paulo Coelho)
La palabra potencial proviene de las palabras raíz “potencia” y “potente” y se refieren a la fuerza que tienen todas las cosas y seres (sean conscientes de dicha fuerza o no).
Tú tienes potencial, lo creas o no. Si no conoces dicho potencial es que lo tienes oculto y aún no lo has sacado a relucir. El éxito que puedas tener depende directamente de desarrollar tú potencial, talento, don o habilidades naturales.
Si aún no has encontrado tú don, sigue leyendo y lo encontraremos juntos.
Todo el mundo tiene potencial suficiente para ser grande, pero cada uno tiene uno diferente. Puedes tener potencial para ser grande en el deporte, grande en los negocios o grande en ciencia. Pero no sólo en esto se centra el encontrar nuestro potencial. El real potencial que hay en nuestro interior es el de las relaciones, el amor, la ayuda… El potencial o capacidad para progresar con éxito a través de la vida, se basa en la percepción que tengas de ti mism@, de tus sueños y tus talentos. Todo cambia a medida que descubres nuevos aspectos de ti mism@. El verdadero potencial está en el arte de reconvertirse y adaptarse siempre.
Lo que frena tu crecimiento y frustra los intentos de lograr tu mayor potencial es, sin duda, el miedo al fracaso. Este miedo sólo funciona para retenerte y pone tu enfoque en tus limitaciones en vez de en tus posibilidades. Aquellos que consigan ver el fracaso como una curva de aprendizaje, aprenderán que cualquier fracaso se convierte finalmente en un éxito.
El fracaso es el intento de probar algo nuevo y diferente, y no tener éxito, pero saber qué y cómo hacerlo mejor la próxima vez.
“No he fallado 4.999 veces. He descubierto con éxito 4.999 maneras de NO hacer una bombilla” – Thomas Edison -.
Thomas Edison nunca se desanimó y miró cada intento como un fracaso, pero como un paso más cerca de su objetivo. Al final, logró inventar la bombilla y su nombre sigue en los libros (y seguirá).
El miedo al fracaso impregna nuestro proceso de pensamiento en dos direcciones, hacia atrás y hacia delante. Miramos hacia atrás por lo que echamos de menos, lo que nos faltaba, lo que queríamos hacer y nunca hicimos. Nos mantenemos en el pasado por nuestros pensamientos, sin enfocarnos en nuestras habilidades actuales y el potencial que tenemos a mano. Al mismo tiempo dirigimos el tiempo perdido y la energía hacia el futuro. Preocupándonos por lo que podría ser, lo que deberíamos hacer o lo que tenemos que hacer, pero no hacemos. Nuevamente mantenemos nuestros pensamientos donde no tenemos control.
No aprovechamos nuestro potencial actual con la constante atención al pasado, que no podemos cambiar, o hacia el futuro, del cual no tenemos control alguno. Donde pongamos el foco, es hacia donde fluye nuestra energía.
Un gran místico sufí preguntó una vez: “Cuando ves un gran paño blanco con un punto negro, ¿Qué ves?” Enfocarse en el punto negro (las cosas de las que tienes falta o te preocupan), sólo te hace preocuparte de lo más insignificante, renunciando a la imagen más amplia y a todas las oportunidades y posibilidades que existen dentro de ella.
Centrarte en tus carencias te mantiene atascad@ donde estás y no te permite hacer florecer tú verdadero potencial, tus habilidades…tú don!
“Somos individuos multifacéticos cuyo potencial está limitado sólo por nuestra limitada perspectiva” – Ellen Langer -.
Puede que hayas oído frases como: Tienes mucho potencial; Estás desperdiciando tú potencial o No tienes potencial. Hay muchas personas que no entienden lo que significa realmente el tener potencial. ¡Es el poder que hay dentro de ti para hacerte ser el/la mejor que puedas llegar a ser!
Solemos caer en la trampa viciosa de etiquetarnos o etiquetar a otros por nuestras percepciones y nociones preconcebidas del pasado y futuro, limitando así nuestro verdadero potencial ahora mismo. La gente puede perderse la riqueza de su existencia y potencial si se clasifican estrechamente a sí mismos y a otros.
Hay una gran riqueza en nuestro interior, pero es cosa de cada uno de nosotros el encontrarla, aprovecharla y sacarla a relucir!
Si aún no eres consciente realmente de tus posibilidades, voy a ayudarte a descubrirlas. Hazte con un pedazo de papel, algo para escribir y anota:
- – Las cosas que puedes hacer
- – Las cosas en las que eres buen@
- – Las actividades que te gustan y te apasiona
- – Las cosas con las que sueñas y deseas lograr
“Somos tan buenos como podamos imaginar” – Planeta Estable -.
Esto te dará un punto de partida para averiguar hacia dónde apunta tu verdadero potencial.
Centrarte en tus limitaciones sólo permite que esas limitaciones tomen las decisiones por ti. ¡Concentrarte en tus fortalezas e intereses te da el poder de decidir a ti!
¿Te gusta mirar mucho al futuro? Seguro que no te quieres ver en el futuro diciendo… «Siempre supe que quería llegar a ser alguien cuando creciese. Ahora me doy cuenta de que debería haber sido más específico. «