¿Por qué la gente está tan irascible?

Es cierto que la vida que nos ha tocado vivir es estresante, pero no nos la estamos tomando de la manera correcta creo yo. Creo que nos la estamos tomando demasiado en serio. Le damos demasiada importancia a cosas que no deberían tenerla casi. Veo a gente en las redes sociales que echan humo por comentarios sin sentido. Atacan a personas que ni conocen como si le tuvieran odio desde pequeños.

He de reconocer que hay personas que me hacen mucha gracia y, al mismo tiempo me dan rabia y, al mismo tiempo me dan pena. Es un sentimiento tan mezclado que no sabría cómo definirlo de forma más concreta. Por lo general, esos comentarios son los últimos que leo en un post. Me hacen salir del post y pasar al tema siguiente. Mejor no entrar allí que voy armado y en estos casos siempre hay daños colaterales.

Mejor no contestar a esas personas que dicen algo del estilo de: “Sois unos Neandertales todos los que opináis así. Es mi opinión pero sin acritud, ¿eh? Que no quiero ofender”. Perdona pero…What? ¿Sin acritud? ¿Sin querer ofender? Es imposible meter en una frase más incoherencias. 

Yo creo que toda la culpa la tiene…todo. Ahora que lo pienso, todo está hecho para hacernos así. Nos ponen “shows” en televisión para que veamos cómo se pelea todo el mundo ya sea dentro de un plató, una casa o en una cocina. Cuanto más bordes y estúpidos sean en ese “programa”, más seguidores y telespectadores tienen. Eso es lo que hace que las personas lo lleven a sus vidas cotidianas. Lo hacen suyo. Como se fuera normal tratar así a la gente. Se nos va metiendo en la cabeza cual gota malaya. Hace que veamos que es normal insultar a los demás y opinar bruscamente sobre todo lo que nos pase por los ojos u oídos. 

Además de todo eso, tenemos que unirle que nos “ayudan” con aplicaciones cada vez más fáciles de usar y que podemos usar en más sitios (podéis responder a un tweet desde la pantalla que tenéis en la bañera si os lo podéis permitir). Redes sociales que ayudan a “des-socializar” con las personas. 

Es un mundo en el que la mayoría dice: “es un mundo libre y puedo opinar cuando me dé la gana”. Sin pensar en que está avasallando la libertad de la persona sobre la que comenta. Por supuesto que todos somos libres para comentar y mostrar nuestra opinión, pero no nos olvidemos del respeto con el que deberíamos hacerlo. Sin imponer una idea, dando una opinión objetiva, y mucho más obvio, sin insultar. 

Estoy completamente convencido de que nos estamos tomando la vida demasiado en serio. Todo nos afecta demasiado. Durante un momento, nos hemos olvidado de divertirnos, de hacer cosas que nos apasionan, de vivir la vida. Nos olvidamos que todo lo que hacemos durante el día, podemos hacerlo con motivación, felices y sonriendo. 

Da igual la situación en la que te encuentres, sólo tú decides estar cabreado o no. Que te afecte absolutamente todo o no. ¿Acaso arregla, de alguna manera, a cambiar tú situación el estar cabreado?

Hay una frase que me encanta. Y dice así: “Tú libertad termina donde empieza la mía”. Cuando aprendamos a distinguir esa línea, todo cambiará. Y veo que está empezando a haber un cambio en la gente. Aún creo en el ser humano…

¡Feliz día!

¡Nos leemos!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *