¿Por qué mientes?

¿Por qué la gente miente tanto?

Siempre me he preguntado en qué tipo de satisfacción experimentan los que mienten de forma crónica. Nunca lo he entendido. La verdad es que siempre he sido muy sincero en “todos” los aspectos (sí, lo pongo entre comillas porque soy de los que piensa que si una verdad va a hacer mucho daño mejor nos la guardamos).

Pero ojo, también pienso que para callarse algo, hay que saber de antemano que a esa persona le va a hacer mucho daño. Es decir, conocerla mucho. Y no digo pensar que le va a hacer daño, si no saber. Si no lo sabes seguro, mejor no mientas. Porque la mentira tiene las patas muy cortas y no será bueno, para la relación que tengas con esa persona, que se entere por un tercero que tú lo sabías y le mentiste.

La mentira es una bomba de relojería para las relaciones. Y no sólo eso, con una mentira estás contribuyendo a la desconfianza general. Cada vez que mientes a alguien, éste genera una pequeña capa de desconfianza que lo rodea. Eso, a la larga, hará que la relación se rompa y que esa persona sea un poco más desconfiada con el resto.

Hoy escribo acerca de esas personas que mienten como forma de vida. Que aunque hablen de un tema insignificante, van a contarte alguna patraña del tipo de: “yo antes de la crisis, era capitán general” (cuando sabes que no era así) o “yo tengo una novia en cada puerto” (cuando sabes que no se come ni una rosca).

Tiene que ser un sentimiento de plenitud para que mientan tanto porque si no, no lo entiendo. Siempre me han dado mucha rabia las mentiras y, sobre todo cuando son mentiras sin sustancia.

Además, creo que todos tenemos un sensor anti mentiras, lo que pasa es que muchas personas no le hacen ni caso. Típica situación en la que estás con más personas en una conversación y uno está contando la batalla del siglo. ¡Te engancha como si de un film de Hollywood se tratara! Al fin termina y cada mochuelo se va a su olivo. Entonces comentas la «película» con tú pareja y te das cuenta de que se lo ha creído y dices… ¿en serio? Madre mía, ¡desconectó el sensor del todo!

Es cierto, estas personas mienten tan bien que se creen sus propias mentiras. Y es que la mejor manera de mentir y que te crean es creyendo tú mismo tu propia mentira. Ese es el punto peligroso para un mentiroso porque al final hace suya esa historia que nunca existió y la asimilará tanto, que ya nunca más recordará la verdad.

Llegados a este punto, he decir que no puedes exigir la verdad cuando no eres capaz de afrontarla. Es muy fácil reclamar la verdad y luego cuando te la dan, tratar a esa persona como mala.

Aquí me viene a la cabeza un artículo anterior que escribí, el de “cree en ti mism@”. Es vital creer en ti mismo. A mi parecer este es el punto de inflexión. El no creer en ti te hace mentir porque crees que no vas a gustar tal y como eres. No tiene sentido porque no eres ni peor ni mejor que nadie, sólo diferente. Si no te das a conocer como eres y mientes todo el tiempo, es imposible que te conozcan.

Creo que la sinceridad es Fundamental para una relación, por eso di siempre la verdad (a no ser que seas una persona ruin. En este caso miente o estarás más sólo que un náufrago).

¡Nos leemos!

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